lunes, 2 de marzo de 2015

Las ventajas de ser un marginado

Luego empezó la película. Era una lengua extranjera y tenía subtítulos, lo que fue divertido porque nunca había leído una película antes. La película en sí era muy interesante, pero no creo que fuera muy buena porque no me sentí distinto cuando acabó.



"Las ventajas de ser un marginado" (The Perks of Being a Wallflower) es una novela escrita por Stephen Chbosky en 1999, cuya adaptación al cine llegó en 2012 dirigida por el propio autor del libro. 



El título de esta novela incita a intuir la típica trama adolescente sobre estudiantes de instituto inadaptados, y aunque a simple vista este es precisamente el argumento, "Las ventajas de ser un marginado" va más allá y ofrece una historia más real y cercana. 




En líneas generales considero que la película de 2012 es una buena adaptación ya que no altera demasiado la historia y creo que capta bien el estilo independiente y alternativo de la obra, y esto en gran parte creo que es porque el escritor es el director de la película. En otras adaptaciones cinematográficas de libros he visto que el autor formaba parte del equipo de la película y aún así la historia estaba alterada. Supongo que aquí es donde entran los temas económicos y el famoso movimiento "Blockbuster" en el que la meta más alta a la que el equipo aspira es a sacar el máximo beneficio posible en vez de ceñirse a la historia. Más allá de eso, en este caso concreto la película puede que sea tan acertada ya que Stephen Chbosky tiene antecedentes en el mundo cinematográfico como guionista, director y productor. Entre otros trabajos es el guionista de la adaptación cinematográfica del musical Rent. 


Sin embargo, a pesar de que es una buena adaptación no creo que la película llegue al nivel de la novela. En primer lugar, la novela es epistolar, es decir, todo el libro está escrito en forma de cartas. Las cartas que el protagonista escribe datan cada pocos días, así que al final también tiene forma de diario. Uno de los atractivos precisamente de esta novela, es que nunca llegas a saber con certeza quién es el destinatario de estas cartas aunque puedes llegar a intuirlo. Además, esta forma externa de la historia hace que el lector realmente llegue a conocer al protagonista, saber lo que piensa o cómo se siente; cosa que no se llega a percibir realmente al ver la película. En segundo lugar, la película no puede contar todas tramas que se narran en la novela, como es habitual por falta de tiempo. Sin embargo, es verdad que en la película da la sensación de centrarse demasiado en las relaciones amorosas o de amistad del protagonista más que en las luchas internas o externas que éste vive. En otras palabras, quitan problemas que el protagonista debe superar para poder poner más tiempo sobre las relaciones de este. Por último, también me parece que la película es más predecible que el libro, creo que da a entender el final demasiado pronto, mientras que en el libro el lector tiene la incertidumbre de saber qué está pasando realmente hasta básicamente la última parte de la novela.



Una de los aspectos que más se puede agradecer de esta novela que también incluye en la película es el valor cultural que tiene dentro. Este libro me ayudó a conocer nueva música, teatro o literatura; y aunque no enseñan todos estos valores artísticos en la película, es verdad que hay bastantes.








Antes de terminar, me gustaría volver a la cita del principio de la entrada y decir que tanto el libro como la película te hacen sentir distinto cuando terminas de verla y que esta conmovedora historia ayuda a no juzgar un libro por su portada en todos los sentidos.

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